paladín.
(De paladino).
1. m. Caballero fuerte y valeroso que, voluntario en la guerra, se distingue por sus hazañas.
2. m. Defensor denodado de alguien o algo.
España va bien... bueno ahora ya no. Por suerte aún quedan reductos invulnerables que siguen funcionando bien, como nuestro pueblo: ¡Almazora va bien!.
Aquí no hay problemas, todos somos felices, el nodo mediterráneo canta nuestra dicha a los cuatro vientos, pregona las hazañas de nuestros dirigentes que, sobreponiéndose a la crisis provocada por los terribles zetaperos, consiguen generar empleo, inversiones públicas y, en resumen, bienestar social generalizado.
Sólo unos pocos ( e insignificantes) "tocapelotas" se dedican a intentar ensombrecer sin éxito los logros del equipo de gobierno municipal.
Pero antes de que se hagan más fuertes el tío Sam te necesita, tú eres un guerrero valiente con más capacidad de sacrificio que el mismísimo Abraham que puso a su hijo en la pira del sacrificio sólo porque Dios se lo pidió (luego Dios le recompensó salvando al niño).
Tú tienes la misión de combatir y neutralizar la perversa amenaza de los herejes que pretenden embaucar a las masas con el cuento de que sus hijos no son peores que los que tienen un colegio de verdad. O con el cuento de que sus hijos no tienen por qué jugarse la vida en otro cole que se cae a pedazos. O con el cuento de que no es bueno dividir a los niños más grandes entre los que van a fracasar y pueden ir a un instituto borreguero y los que tienen un futuro y pueden ir al instituto nuevo.
Tú sabes que sólo son cuentos y que su única intención es engañar a los ciudadanos que sí que saben que:
¡Almassora va bé!
Aquí no hay problemas, todos somos felices, el nodo mediterráneo canta nuestra dicha a los cuatro vientos, pregona las hazañas de nuestros dirigentes que, sobreponiéndose a la crisis provocada por los terribles zetaperos, consiguen generar empleo, inversiones públicas y, en resumen, bienestar social generalizado.
Sólo unos pocos ( e insignificantes) "tocapelotas" se dedican a intentar ensombrecer sin éxito los logros del equipo de gobierno municipal.
Pero antes de que se hagan más fuertes el tío Sam te necesita, tú eres un guerrero valiente con más capacidad de sacrificio que el mismísimo Abraham que puso a su hijo en la pira del sacrificio sólo porque Dios se lo pidió (luego Dios le recompensó salvando al niño).
Tú tienes la misión de combatir y neutralizar la perversa amenaza de los herejes que pretenden embaucar a las masas con el cuento de que sus hijos no son peores que los que tienen un colegio de verdad. O con el cuento de que sus hijos no tienen por qué jugarse la vida en otro cole que se cae a pedazos. O con el cuento de que no es bueno dividir a los niños más grandes entre los que van a fracasar y pueden ir a un instituto borreguero y los que tienen un futuro y pueden ir al instituto nuevo.
Tú sabes que sólo son cuentos y que su única intención es engañar a los ciudadanos que sí que saben que:
¡Almassora va bé!
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